De mi boca temblorosa
y otro puñado de cosas
que intenté esconder, tras esta pared.
De la mirada nerviosa
que se escuda silenciosa en el anochecer,
sin dejarse ver.
Al partirme el alma en dos
y ofrecértela con devoción.
Tanta incomprensión,
a mi alrededor
tantas lagrimas por derramar.
Con la duda caprichosa
entre la espina y la rosa
decidió romper,
tocaba romper.
Deshacerme de la losa
que se mantuvo mimosa
hasta que, eché a crecer,
tocaba crecer.
Sacudirme el corazón
con desesperación
y revivirlo.
Tanta incomprensión,
a mi alrededor
tantas lagrimas por derramar.
Mis ojos.
La resignación fue la condición
para estar hoy ante ti
y hacerte ver que hay una puerta abierta.
Se hay lagrimas que tienden a hacerse cristal
mis lagrimas son fruto de esta libertad
y no puedo más que celebrar
cada lagrima que veo brotar
y no puedo más que venerar
cada segundo en que quise romper a llorar.
Tanta incomprensión,
a mi alrededor
tantas lagrimas por derramar.
Mis ojos.
La resignación fue la condición
para estar hoy ante ti
y hacerte ver que hay una puerta abierta.
[BIS]
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